¿Qué es la rinoplastia de aumento de dorso?

La rinoplastia de aumento de dorso es un procedimiento estético diseñado para mejorar la apariencia del perfil nasal, elevando y perfilando el puente de la nariz. A diferencia de la rinoplastia de reducción, que disminuye el tamaño o la prominencia de la nariz, la rinoplastia de aumento se enfoca en añadir altura y definición al dorso nasal. Esto se logra a través de injertos de tejido o materiales biocompatibles, dando como resultado un contorno más equilibrado y armonioso con el rostro.

¿Qué implica el procedimiento?

El procedimiento de aumento de dorso puede realizarse mediante varias técnicas, dependiendo de las necesidades del paciente y del tipo de resultado deseado. Los cirujanos pueden optar por utilizar injertos de cartílago del propio paciente, generalmente obtenidos del septum, la costilla o el pabellón auricular, o materiales sintéticos biocompatibles. La intervención generalmente se realiza bajo anestesia general y tiene una duración de entre una y tres horas, dependiendo de la complejidad. Tras la cirugía, se aplican férulas o vendajes temporales para proteger la estructura y garantizar que el tejido sane correctamente en la nueva posición.

¿Quiénes son candidatos para esta cirugía?

La rinoplastia de aumento de dorso es adecuada para personas que desean mejorar la proyección y altura del perfil nasal. Este procedimiento suele ser ideal para quienes tienen un puente nasal bajo o poco definido, común en algunas etnias, o para aquellos que han sufrido una lesión o trauma nasal. Los pacientes deben gozar de buena salud general y tener expectativas realistas sobre el resultado estético.

Beneficios y tiempo de recuperación

Entre los beneficios de la rinoplastia de aumento de dorso se encuentran la mejora en el perfil y la simetría facial, lo que puede incrementar la autoestima y la satisfacción personal. La recuperación inicial suele durar entre una y dos semanas, aunque la inflamación residual puede tardar varios meses en desaparecer por completo. La mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades normales a las dos semanas de la cirugía.

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